lunes, 23 de noviembre de 2009


Verus amicus est

thesaurus vitae


I


¡Qué triste destino que tienen,

Señor, aquellos caballos,

que viven la vida tirando de un carro!

Los he visto, llorando por ese calvario
al que lo ha castigado,
en su duro oficio la pobreza del amo.

Señor,
¡Qué triste destino que tienen los amos,
cuando por las noches, pasan tirando sus carros!
Los residuos esperan. El viento soplando.
El frío a dos voces. La lluvia a baldazos.

A veces riendo con la luna en brazos,
he visto a los niños tirar de sus carros,
con callos en las manos, ampollas en los pies,
a falta de caballos, de versos después.

¡Qué triste destino que tienen,
Señor, aquellos caballos!
Los he visto a dos ruedas tirar de sus carros.
¡Tan duros de frío! ¡Tan flacos, cansados!
Con esa mirada que lo dice todo
sobre el negro asfalto.

Señor,
se me inundan los ojos por esos soldados
que sacan el pecho, y tienen de adobe el rancho,
de chapa de zinc, el armario,
de cartón, a penas, armado el baño.
Y una cortina humeada de puerta, a destajo.
Y una gallina lega piando en el patio,
como mueca triste de una vida sin canto.

¡Si una gramilla no crece en el prado
para esos caballos,
si un trigo no crece en el campo
para esos amos,
señor, que se rompa todo en el calendario,
no vale la pena ser tan tontos esclavos y tan pobres amos!


Marta L. Pimentel Álvarez
"Desde todos los cielos"
Imp. Punilla/agosto/1995 - Paraná -

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Querida Marta:
    Un gusto leer tus poemas. También me agradan las imágenes.
    Recibí mi cariño, que estés muy bien
    Analía

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  3. Los animales tienen también su destino, no todos son amados. Sacrificados, como el caballo de la foto, tienen un destino cruel, impuesto por el hombre. La pobreza y el mal trato con que el amo fue criado y traido a la vida, se traslada a los golpes, desinteres y olvido al (amigo fiel)caballo. O al perro que muchas veces acompaña. En mi ciudad natal, Paraná, desde hace años, mueren en las calles agotados y mal comidos los caballos. ¿Seremos tan mala gente los entrerrianos? ¿O al intendente de turno no le importa el sufrimiento ajeno? - Marta Pimentel Álvarez - dic. 2010 -

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Muy buen blog