martes, 9 de marzo de 2010







La metamorfosis


(de mujer a poesía)




I



Ésta mujer me succiona el alma


de los pies a la cabeza


de puro sexo, de puro versos


entra a mis venas, las tansita,


y se va como un ave de rapiña.


Es un ser envuelto en celos,


una hembra de yeguarizos,


viene a mí engendra el hambre,


deshilacha mis sentidos.


¡Ésta mujer es un descaro!


Toda volcán enciende mis latidos.


Es de agua y fuego penetrando


en cada espasmo mis delirios.


Sin cauces ni señales


entra y sale, dá lo mismo.


Embaraza en cada aleteo


de suspiros.


Desfachatada y excelsa


deja mi cuerpo henchido


de palabras cuando escribo.



II



Toda ella es


un monumento a lo vivido,


tiene el áurea de los ángeles,


vuela invisible en el camino.


Es de todos y es de nadie,


como el vino con que brindo.


Sabe a sabios milenarios


de la ciencia de los vivos,


y es dueña del invento


que hace al hombre fiera y niño.


Es la pluma más ligera


donde brotan duendecillos


y recita a los vientos


el sortilegio del poeta.


Como cántaro y piedra la defino.


Ella es más: alma elocuente,


Yo, detino.


Ella, toda poesía,


Yo, delirio.


Ella, cielo tierra árbol,


Yo, sendero desprolijo.




Ésta mujer me succiona


el alma sin motivo,


yo escapo de sus redes, y me hinca


junto a ella, por las noches,


cuando escribo.



Marta L. Pimentel Álvarez



"Los Versos de Juana"



Edic. Del Clé - 2009 -




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Muy buen blog