miércoles, 6 de abril de 2011





La otra Marta



La otra me persigue cuando voy o cuando vengo, sus ojos achinados, su pierna coja y sus dedos entrelazados con la nada. Las otras Marta, tienen nombres y apellidos son como las flores cuando todas se parecen, como ella, como yo, que soy igual pero acaso diferente en la melena, en el color de mi piel, en el talle de mi ropa. Aquella tiene la ¨ suerte ¨ de ser rica y la desgracia de la orfandad, las otras vivieron la guerra del silencio y el olvido en la negra África. Y si acaso al contemplarme me dibujo con la menos perseguida, la más atenta, “la que fue”, su alma de poeta me trasciende como el vino en la garganta, a ella debo mi pausa, y ella me debe los recuerdos olvidados para nacer de nuevo, para ser yo, una flor que se parece como todas las flores entre tantas. Mira sino las siemprevivas, se parecen mas no hay una igual a la otra.


"L´Argentina"

Marta L. Pimentel Álvarez

1 comentario:

  1. Una vez me puse a pensar que sería de nosotros de haber nacido en otro lugar, bajo otra lengua, raza, o cuna. Que rico ejercicio ese de vernos como si fuérsemos otros, y mirarnos hacia adentro para reconciliarnos con lo que somos. Así como la Marta poeta, uno lleva una especie de romance consigo mismo del que jamás podrá desprenderse y es lo que al fin y al cabo- entre tantos parecidos como las siemprevivas- es lo que nos forja la identidad y nos hace únicos. Un saludo, hermoso el blog.- A. Villaverde- Paraná

    ResponderEliminar

Muy buen blog