martes, 29 de junio de 2010




A la memoria de RENÉ VILLAR
I
Sabes, hay versos que duelen de la pena
Se escriben gracias al aire por el aire
Espuma de mar que la brisa lleva.
II
Tu silueta
a.
Anda por las esquinas tu silueta,
Como estelas de humo de un cigarro,
que gira, gira, gira y vuela.
Flotando va levemente tu figura
Cual un poema gris que nunca llega,
se deja ver en las ramas de los árboles.
Y toda hecha va la noche por su cuenta.
Late el vino, se fue con otra,
Ya la otra, desespera.
Y tú allí recitando estelas de humos
Entre amigos, palabras y otras yerbas.
b.
Te he visto entre nosotros.
Saber si estás, es lo de menos.
Otras veces te he visto estar tan lejos,
Que si ahora te viera estado cerca.
Tú me entiendes, verdad, es complicado
Expresarle al delirio el mal trago
Que pasa el tiempo hincado ante un poeta.
III
La gente que se va y no vuelve
Vuela cual mariposa, o perfume,
vive a la intemperie, ni el frío ni el calor
le significa la muerte. Camina por las calles.
Voces en el follaje. Y de repente,
sopla versos en los oídos ésa gente
Que se va y no vuelve.
IV
Aquí va la rueda que rueda en la Rada
René rueda, jugando en la rueda que rueda en la Rada,
sueña René en la Rada,
y es la rueda del niño que exhala
Y canta la Rueda y llora y clama
rodando en René la palabra.
¿A dónde vas René? Todos rodamos con él.
En el ronroneo de las maratónicas
de verso en verso, y de Rada en Rada.

Marta L. Pimentel Álvarez
Paraná, 17 de abril del 2008

viernes, 11 de junio de 2010


SONETO PARA UN FUTURO LECTOR

Tú, lector o lectora, que has posado
Tus ojos en la página amarilla;
Del tiempo me aventuro hacia la orilla,
Fiel a mi canto, dócil al llamado.

Tú que ríes aún, tú que has andado
Tras la ilusión que se te escapa y brilla,
Tú que hueles la noche y la gramilla,
Tú que puedes besar el rostro amado.

Piensa lo que ahora soy, ceniza y nada,
Sólo una leve sombra proyectada
Sobre tu alma que me busca ansiosa.

Yo fui joven, feliz, amé la vida.
Hoy te tiende mi mano conmovida
Sobre el viejo papel la tierna rosa.
Soneto de Fermin Estrella Gutierrez
a quien respondo y dedico:

A FERMIN ESTRELLA GUTIERREZ

He tomado su rosa bendecida,
Florida en calma sobre las noches tibias,
Camina al río de los poetas amados,
en flor se eleva sobre una suave brisa,

¿Será su voz, su don o su rescato?
¿Será su tierna entrega que nos vibra?
Desde un lago de algas, hojas verdes,
respondo a su impronta, a su lira,

Llevo torrentes de ríos que me riman
Cual un señor que sopla a mis oídos
Desde un cielo de estrellas que lo anidan

Fermin Estrella Gutierrez, de Almería,
Llevo su mano a la pluma, no al olvido
Por donde quieran que recen poesías.

Marta L. Pimentel Álvarez
19:43 p.m, 11 de junio, 2010,
Paraná, Entre Ríos